Se destacan 4 enfermedades auditivas principales:
La sordera: Es el defecto en la audición, o la incapacidad de oír como una persona cuyo sentido del oído es normal. Las personas aquejadas por este problema pueden perder la capacidad auditiva parcialmente , o totalmente, lo que se conoce como sordera. Los defectos de audición pueden ser hereditarios o estar causados por diversas causas, alguna de ellas: rubéola en la mujer gestante, complicaciones del parto, enfermedades infecciosas como la meningitis, el uso de medicamentos ototóxicos, el envejecimiento y la principal, la exposición a ruidos o sonidos excesivos.
Casi la mitad de los casos de sordera y defectos de audición se pueden prevenir si las causas comunes se atienden en el nivel de la atención primaria de salud, con algunos cambios de hábitos o tratamientos medicinales leves.
Los acúfenos o tinnitus: Consiste en percibir un sonido que no existe en el entorno, no proceden de ninguna fuente externa, es descrito a menudo como un zumbido, un pitido, un ruido… puede ser percibido en un oído, en ambos o en la cabeza (con o sin percepción del sonido en los oídos). La percepción del acúfeno es más intensa y constante en el silencio de la noche, en ausencia de actividades y de otros sonidos o ruidos ambientales que pueden enmascararlo o atenuarlo.
Pueden ser provocados por varias causas, generalmente traumáticas como producto de un síntoma de taponamiento de los oídos o de síndrome de Ménière. También pueden ser causados por situaciones de estrés por: estudios, trabajo, entorno familiar, económico, social o exposición a ruido a veces se deben a contracturas cervicales que dificultan un buen riego sanguíneo en la cabeza. Existen dos variantes importantes de tinnitus neurosensorial: el periférico, que va de semanas a meses de evolución, y el central o crónico, de meses o años de evolución.
La otitis externa: Conocida como "oído de nadador" es una infección del conducto auditivo externo, conducto que conduce los sonidos desde el exterior del cuerpo hasta el tímpano. La otitis externa puede estar provocada por muchos tipos diferentes de bacterias u hongos. Afecta sobre todo a niños que pasan mucho tiempo en el agua, cuando hay demasiada humedad en el oído, la piel que recubre el interior del conducto auditivo se puede irritar y lesionar, permitiendo la proliferación de bacterias u hongos.
Pero cualquier cosa que lesione la piel que recubre el interior del conducto auditivo puede provocar este tipo de infección, tener eccema o la piel demasiado seca, rascarse el conducto auditivo, limpiarse demasiado enérgicamente los oídos con bastoncillos de algodón o introducirse en las orejas objetos punzantes, incrementan el riesgo de desarrollar ésta enfermedad.
El vértigo: Es la respuesta del organismo para compensar desequilibrios de la posición corporal que no existen en la realidad. El órgano del equilibrio es el aparato vestibular y se encuentra en el oído interno junto con el órgano auditivo o caracol. Cuando la función de ambos laberintos (derecho e izq.) es distinta, uno predomina sobre el otro, aparece el Vértigo. Las personas aquejadas de ésta enfermedad afirman que es una de las peores sensaciones que existen.
Álvaro Molina @AMolinaR90
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