Una buena mañana, sin sol, fría, sin salir de casa y con olor a café temprano ha sido la culpable de envolverme en esta entrada.
Ya suena el vapor denso de la cafetera de Galt Macdermot, el vapor que inspira esta pieza, sentado en su piano sin parar de tocar, tanto que el café se quedó ya helado, mientras la nieve llena los recovecos de la ventana en el blanco Canadá.
El café, o lo amas o lo odias. Pura adicción, el café casero, que nada tiene que ver con el café de la facultad, por el que no merece ni perderse la más aburrida de las clases. Recordemos algún dato de su principio activo, la cafeína, de sobra conocida por todos:
El café, o lo amas o lo odias. Pura adicción, el café casero, que nada tiene que ver con el café de la facultad, por el que no merece ni perderse la más aburrida de las clases. Recordemos algún dato de su principio activo, la cafeína, de sobra conocida por todos:
La cafeína es empleada también como parte de algunos fármacos analgésicos y que alivian los síntomas gripales. Algunos ejemplos son el Optalidón (Propifenazona), el Calmagrip (Paracetamol y Clorfenamina) o la Aspirina con cafeína.
Los beneficios de tomarse un cafecito, a un lado de los sentidos gustativos, son amplios, puede evitar el estreñimiento, es diurético, su consumo puede reducir el riesgo de padecer Parkinson, gota, y Alzheimer. Además reduce el riesgo de algunos tipos de cáncer, y estudios demuestran que también actúa como cardioprotector. No obstante, el café se desaconseja en personas con problemas cardiovasculares o con hipertensión.
Se me olvidaba la foto del lugar del crimen!
Alfönk Soriano @AlfonkSoriano
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