Si acudimos a cualquier diccionario, nos dice que el sonido es cualquier fenómeno que involucre la propagación en forma de ondas elásticas (audibles o no), generalmente a través de un fluido que esté generando el movimiento vibratorio de un cuerpo. Al releer esta frase, a cualquiera se le antoja complicado el poder llegar a entender lo que es el sonido.
Pero nosotros aquí no pretendemos impartir una clase magistral sobre este fenómeno, eso es algo que dejamos para los libros o profesionales.
En el día de ayer tuvo lugar un acontecimiento que pasará a la historia del hombre, y que está relacionado con el tema de nuestra entrada.
El austríaco Felix Baumgartner protagonizó un record mundial al saltar desde una altura de 39.045 metros de altitud. Durante la caída, Felix alcanzó la velocidad de 1.342 km/h según los datos de la misión, es decir, superó la velocidad del sonido.
En condiciones normales, en la atmósfera terrestre la velocidad del sonido es de 1.234 km/h, mientras que en la estratosfera se puede alcanzar con unos 1.110 km/h debido a la menor resistencia al aire. La velocidad del sonido, por tanto, depende del tipo de material. Cuándo el sonido se desplaza en los sólidos tiene mayor velocidad que en los líquidos, y en los líquidos es más veloz que en los gases. Se debe a que las partículas en los sólidos están más cercanas. Este hecho representa un verdadero hito en la historia de la humanidad, ya que parecía impensable superar dicha velocidad hace poco más de una década.
Enhorabuena Felix.
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